Esta sección está basada principalmente en los descubrimientos del sabio Zecharia Sitchin sobre la historia de nuestro planeta y el origen y desarrollo de la Humanidad. Sitchin nos dejó un legado invaluable de 15 libros de su serie: "Crónicas de la Tierra", basados en la Biblia, las tablillas de arcilla, los mitos de la antigüedad y los descubrimientos arqueológicos.
Zecharia Sitchin fue un gran arqueólogo y profundo conocedor del hebreo, de las lenguas semíticas y europeas, del Antiguo Testamento y de la Historia y la Arqueología del Oriente Próximo. Fue además uno de los pocos eruditos que entienden el Sumerio. Sitchin estudió en la London School of Economics and Political Science, y se licenció en la Universidad de Londres. Sus obras han sido traducidas a 14 idiomas, publicadas en ediciones de bolsillo y hasta en Braille para invidentes.
Evidencias en el planeta Marte
La explicación detallada sobre el origen de las evidencias de una civilización inteligente que estuvo en el planeta Marte, como la "cara de Marte" y las pirámides, puede encontrarse en los libros de Zecharia Sitchin.
Extracto del Capítulo 13 del libro:
El Final de los Tiempos.
El Harmaguedón y las Profecías del Retorno

Capítulo 13
Cuando los dioses abandonaron la Tierra
Al menos desde 610 a.C. hasta 560 a.C. los dioses Anunnaki fueron abandonando la Tierra de manera metódica. ¿A dónde iban cuando dejaban la Tierra? Tuvo que ser, por supuesto, un sitio desde donde Sin pudo retornar relativamente pronto una vez que cambió su decisión. Ese lugar era la antigua Estación en Marte, desde donde las naves de larga distancia volaban para interceptar y aterrizar en Nibiru.
Como fue detallado en El Duodécimo Planeta, el conocimiento sumerio de nuestro sistema solar incluía referencias al empleo de Marte por los Anunnaki como una estación de paso.
Es evidenciado por una notable representación en un sello cilíndrico de 4,500 años de antigüedad ahora en el Museo Hermitage en San Petersburgo, Rusia que muestra un astronauta en Marte (el sexto planeta) comunicándose con uno en la Tierra (el séptimo planeta, contando desde afuera), con una nave aérea en los cielos entre ellos.

Beneficiándose de la menor gravedad marciana comparada con la terrestre, los Anunnaki habían encontrado más fácil y lógico primero transportarse ellos mismos y su carga en transbordadores espaciales desde la Tierra a Marte, y ahí transferir hasta Nibiru (y viceversa).
En 1976, cuando todo fue primeramente presentado en EL Duodécimo Planeta, Marte era aún tenido por un planeta sin aire, sin agua, sin vida, y hostil, y la sugerencia que una base espacial existió alguna vez ahí fue considerada por los académicos del "establishment" como aun más lejana que la noción de "Astronautas Antiguos".
En la época del Génesis Revisado en 1990, había suficientes hallazgos propios de NASA además de fotografías de Marte para llenar un capítulo completo titulado "Una Base Espacial en Marte". La evidencia mostró que Marte alguna vez tuvo agua, e incluía fotografías de estructuras amuralladas, caminos, una estructura cúbica y la famosa cara.
Tanto los Estados Unidos como la Unión Soviética (hoy Rusia) hicieron grandes esfuerzos para llegar y explorar Marte con navíos espaciales no tripulados; diferente de otros intentos espaciales, las misiones a Marte (desde que fueron aumentadas por la Unión Europea) se han encontrado con una inusual, molesta y confusa serie de errores y fracasos, incluyendo desconcertantes desapariciones inexplicables de astronaves.
Pero debido a la persistencia en los esfuerzos, bastantes máquinas norteamericanas, soviéticas, y europeas se las han arreglado para llegar y explorar Marte en las última dos décadas, y ahora las revistas científicas (de los mismos "Tomases Dubitativos" de los 70s) se han llenado de reportes, estudios, y fotografías anunciando:
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Que Marte tuvo una atmósfera considerable y que aún tiene una delgada pero presente capa de aire que lo rodea.
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Que alguna vez tuvo ríos, lagos, océanos y todavía tiene agua, en algunos sitos apenas bajo la superficie y en otras instancias incluso visible como pequeños lagos congelados, como muestra un popurrí de titulares.
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En 2005 los Rovers de NASA en Marte enviaron evidencia química y fotográfica que llevaron a esas conclusiones; junto con algunas de las sorprendentes fotografías de los Rovers que muestran remanentes estructurales (como un muro cubierto de arena con esquinas definidamente en ángulo recto) lo que debería ser suficiente aquí para demostrar el punto: Marte pudo, y lo hizo, servir como una Estación de Viaje para los Anunnaki.
Fue el primer destino cercano de los dioses que se iban, como confirma el relativamente pronto retorno de Sin. ¿Quién más se fue, quién se quedó, quién puede regresar?
Sorprendentemente, algunas de las respuestas también vienen de Marte.
La conspiración de Marte: ¿existe un plan para ocultar la vida en Marte?